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Villadangos, un toque de corazón

"La música, ejecutada con excelencia, es una llave", afirmaba con contundencia el programa del día, a modo de previa del concierto que Víctor Villadangos ofrecería luego en Kánika, espacio cultural independiente ubicado en Belgrano 249.

El maestro argentino de la guitarra dio un concierto basado en compositores nacionales de la talla de Abel Fleury, Juan Falú y Máximo Pujol, entre otros grandes de la composición para encordada. Todas las composiciones estuvieron hilvanadas de una proyección folklórica con un nivel académico de excelencia. El concierto fue producido por Carlos Asprello, de El Portal de la Libélula.

Fue una noche mágica, en la que un sólido dominio del instrumento se transformó en la base de un sin fin de sensaciones que Villadangos generó con su manejo de los tiempos, los ritmos, armonías y melodías. Fue una clase magistral envuelta en el más puro sentimiento.

"La música es una forma de vida, es mi trabajo y es lo que amé desde siempre, desde muy chiquito quise ser músico. Hice un recorrido y finalmente llegué a tocar la música de los maestros que admiro", contó Villadangos a Vení Cultura.

"El pasaje de tocar una obra de memoria implica un trabajo previo largo y arduo. El proceso es así: primero estudiarla, solfearla para llegar a dominar correctamente lo que el compositor quiso exponer. Luego comienza un proceso de memorización que es largo. Nosotros decimos que tocamos de memoria, pero en otros países dicen que se toca de corazón", cerró Villadangos.

También charlamos con Kika Macagno, una de las directoras del espacio cultural independiente ubicado en el macro centro.

"Por suerte se van multiplicando los conciertos y eso para nosotros es una celebración enorme. Todas las semanas tenemos actividades. Estamos muy agradecidos con todas las personas que se acercan", asegura Kika.

Las obras que interpretó Villandangos fueron las siguientes: "Don Julián", "Septiembre" y "Rojo y negro" (Máximo Pujol); "Al Atardecer" (Nahuel Quipildor); "Que se vengan los chicos" (Eugenio Inchausti); "Velando al angelito" (Marcelo Coronel) y "De la raíz a la copa", "Rastro de amor" y "Del buen riego" (Juan Falú).

Concluyó con "El Felipe" (Pepe Ferrer); "El Mishi" (Eduardo Falú), "Pegando la vuelta" (Abel Fleury), "Guaraná" (Héctor Ayala), "Canción del Sundgau" (Jorge Cardoso); "Hora libre" (Víctor Villadangos); "Corazón del bombisto" (Marcelo Stenta) y "Terruño" y "Cielo Abierto" (Quique Sinesi).


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